La soldadura de este tipo de acero no es recomendable debido al elevado porcentaje de carbono, con lo que es muy complicada su realización adecuada. 

Lo habitual es que este tipo de acero se utilice para la fabricación de piezas u objetos que tienen que resistir esfuerzos muy exigentes y no dependa su producción de la soldadura, por lo que ésta, queda relegada mayormente a la reparación por rotura o desgaste.

En este sentido, únicamente se pueden recomendar consumibles para realizar recargues, teniendo que tener especial cuidado respecto a las consideraciones térmicas necesarias durante el proceso.

Recargues por abrasión